1. No te eclipses con los bajos precios de las rebajas. Tómate tu tiempo para probarte unas sandalias. Debes comprobar que se adaptan perfectamente a tus pies.
2. Elige bien tu número, no todas las firmas coinciden por horma. Si la escoges demasiado pequeña, te resultará complicado andar. Y si, por el contrario, es grande, el pie se deslizará hacia adelante y tampoco andarás con comodidad.
3. Fíjate en la altura del tacón. Lo ideal es llevar uno de 3 a 7 cm. Pero si tienes el evento del año y quieres lucir taconazo, recuerda que para subirte a unas cuñas de 12 centímetros vas a tener que ensayar. La experta nos recomienda que lo hagas por lo menos, diez días antes de lanzarte a la calle con ellas. Los primeros días de entrenamiento ponte unos calcetines de algodón humedecidos en agua caliente con las sandalias, y así el calzado se irá adaptando mejor a tus pies y ganarás seguridad.
4. Presta atención a las heriditas producidas por las sandalias. Los pies son una zona de alto riesgo de infecciones, así que cúralas antes de volver a usarlas y cúbrelas con un apósito. Un truco es tratar la zona dañada con un poco de vaselina.
5. Vigila cómo te cortas las uñas. Hazlo con una forma cuadrada para evitar que se encarnen.
6. Hidrátate todo el año. Pero aún más en verano. Aplica tu loción (otro truquito es mezclar aceite de oliva con unas gotitas de limón) por la noche y ponte unos calcetines de algodón para no manchar las sábanas. Al día siguiente notarás la diferencia.
7. Camina, al menos, 10 minutos descalza. Lo mejor es hacerlo por la playa ya que, con el efecto de la arena, fortalecerás tus piernas y tus pies. También camina de talones unos minutos y verás cómo ejercitas tus pantorrillas.
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